Comentarios ampliatorios de Víctor Orbayu sobre el contenido de su trabajo sobre El parque Natural de Somiedo.

lunes, 28 de diciembre de 2015

ACLARACIONES PARTE 7: LA FURADA, Y EL TÉRMINO FANA



Página 156, ampliamos:




Desde El Chanu la Furada se puede ascender hacia Campos de Gobia sin pasar por la braña de Bustietchu. Se trata de seguir el cordal hacia arriba, no hay más secreto, aunque sí desde luego, sorpresa y de las buenas.

El acierto de la decisión es pleno, pues apenas dejo atrás la campera del Chanu La Furada obtengo respuesta a aquella pregunta que hace tiempo me acechaba, ¿dónde se encuentra el “furao”?. Reconozco que ha sido una mera casualidad, pero pocas veces me he sentido tan orgulloso de descubrir algo sin disponer de información previa. Se trata de una enorme puerta insertada en una peña, aquella que da nombre a este entorno. 




Pero ya no es solo cuestión de La Pena La Furada, el cordal es digno de conocer todo en sí con esas peñas de variadas formas, la vieja alambrada que trataba de impedir  la caída del ganado por la agresiva ladera que cae hacia el Valle de La Tchamera a modo de verticales vatchinas, de nombre Las Argaxadas, y las magníficas vistas sobre las praderías asentadas en el fondo de dicho valle (El Práu Fonso, Los Bravos y Los Práus del Cáscaru) así como la emblemática Pena El Cáscaru.




Tras la empinada cuesta, en ocasiones por cierto bastante incómoda al vernos afectados por la picotera árgoma, el cordal se allana en lo alto presentando una fabulosa campa mientras damos vista abajo a Las Fontes de Campos de Gobia y al Canto La Tchomba, ancho hombro que da fin al Valle de La Tchamera y entrada a la braña de Campos de Gobia (información de esta braña páginas 157-15

Página 7. GLOSARIO DE TÉRMINOS

Efectuamos aclaración sobre los términos Argaxada y Fana.


En Somiedo decir “fana” implica siempre hablar de lo que popularmente se conoce como un “terreno malo”, tanto para la deambulación del ganado como para la actividad senderista del caminante. El topónimo “fana” aparece en muchos parajes de Somiedo, sin que su configuración física aparezca siempre de igual manera a la vista del ser humano, por lo que no es posible a mi juicio establecer una descripción única de los elementos naturales que la componen que pueda englobar a todos los supuestos existentes de fana, sino caso por caso.

En todos los casos, la fana se presenta como una panza o resalte de naturaleza rocosa y herbosa que sobresale de la montaña. Estas panzas pueden ser de poca envergadura en relación a la ladera de la montaña u ocupar en cambio buena parte de la misma. Entre las fanas se suele desarrollar sobre el terreno bien una vatchina siempre de gran verticalidad (en unos casos estrecha, en otros más amplia), bien una encajonada cárcava, y que en algunos casos suponía incluso su utilización como treitas para lanzar la madera desde lo alto.



Dada la fuerte pendiente de las vatchinas que se cuelan entre las fanas, es habitual que por aquellas se deslicen lo que se conoce como “argaxadas” (ríos de piedra y tierra) pues el terreno se ve afectado por aludes de nieve en invierno que acaban arrastrando todo lo que asienta sobre el suelo.
El argayo también puede aparecer en la propia fana, sobre todo en el talud lateral de esta, pues la nieve del alud arrastra terreno por la vatchina y esto afecta a la ladera de la fana cuya pared lateral acaba cediendo.


En este conjunto de fanas y argaxadas, lo que siempre llama la atención del observador es la zona argayada porque visualmente es lo más llamativo, mientras la fana la apreciamos como una loma rocosa, cuya existencia la apreciamos como un fenómeno lógico en la montaña.
A veces en este conjunto destaca la fana por su envergadura, y en otras sin embargo es la argaxada la que destaca en la visual por su amplitud y cuantificación, por lo que al observar una zona de fuerte pendiente afectada por argayos, si vamos al topónimo de la zona unas veces escuchamos “Las Fanas o Fana de…” y otras veces “Las Argaxadas”, depende de cuál de los dos elementos es el principal protagonista en la ladera, lo que al final genera cierta confusión. En realidad no debería de ser así, y ambos elementos deberían de tener su propio topónimo.
Un ejemplo de ello lo encontramos en Los Puertos de Rodrigueiru y su peculiar ladera. Si preguntamos por el topónimo encontraremos el de Las Argaxadas, aunque en esa ladera hay argaxadas y hay fanas.


Por si fuera poco, en otras ocasiones los desprendimientos del terreno son de tal calibre en la ladera que casi todo el protagonismo se lo llevan los argayos de tierra y piedra, un  caos total y absoluto como es el caso del Putracón, aunque el topónimo que prevalece para identificar la zona no es el de Las Argaxadas del Putracón, sino el de La Fana del Putracón.


Pero no acaba aquí la casuística de fanas, pues en otras ocasiones la ladera compuesta de fanas es muy amplia, y lo que predomina sobre el terreno casi por completo es la argana (hierba) a la que se une también la árgoma, de ahí que las panzas y resaltes rocosos apenas se aprecien en la distancia, y muchas de las vatchinas no lleven argaxada pues el alud de nieve se desliza sobre la vegetación, o si la hay quede camuflada bajo la hierba. En estos casos todo se tapiza por el color verde como en Las Fanas que se deslizan desde La Baba.


En otros casos de este estilo, todo se aprecia en cambio por un tono de color amarillento, al ser zona de árgoma y argana expuesta a cara sur, como es el caso de La Fana de Pigüeces, donde además, los resaltes rocosos a modo de fana se mezclan con amplias vatchinas de hierba, treitas pedregosas (cárcavas por donde se lanzaba la madera), y anchas tchombas (panzas herbosas).


Como vemos, cada caso de fana es singular, y ha de analizarse individualmente, aunque como dije al inicio, fana = terreno malo, eso sí que es común a todos los casos, de ahí que en muchas ocasiones donde hay fanas hay alambradas para evitar los accidentes del ganado vacuno.

Por lo que respecta al topónimo de la fana, en algunas ocasiones a un conjunto de fanas se le denomina con el plural: “fanas” (Las Fanas de Fuexu), y entre los ganaderos cada fana tiene su topónimo. En otros casos sin embargo se utiliza el singular “fana” para englobar a todo el conglomerado de fanas en sí.

Las Fanas de Fuexu, en plural, son varias y cada una con su topónimo.


La Fana El Xiblo, singular, aunque observamos varias.


4 comentarios:

  1. Impresionante documento, Orbayu. Siempre aprendiendo a tu lado. Un abrazo

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  2. Cada día queda uno más sorprendido de los conocimientos que nos aportas. Un abrazo

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  3. Voy a tomarme la libertad de recomendar este blog a todos mis compañeros de montaña, aunque sobrepasa con creces los intereses de los montañeros, adentrándose en otras materias. Me parece muy interesante y didáctico.

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  4. Que guapo ese "furao". Por ahí tenemos que volver, que además tenía interés en hacer de nuevo el camín de las cabras.

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