Comentarios ampliatorios de Víctor Orbayu sobre el contenido de su trabajo sobre El parque Natural de Somiedo.

sábado, 5 de diciembre de 2015

ACLARACIONES PARTE 5: SIERRA DE PIGÜEÑA PARTE 1




Página 74, añadimos fotografías del Camino de Pigüeña a Chaneces










Página 77, ampliamos:

Aunque el camino que más llama la atención al montañero observando La Sierra de Pigüeña desde la zona de Chaneces, es el citado camino que sube en zig-zag desde Las Veigas a ganar El Alto o Chanu La Sierra, no se agotan aquí en cambio las opciones de ascenso a este tan desconocido cordal.

Lo cierto es que desde el pueblo no se aprecia camino alguno en el tramo de La Sierra que sobrevuela las casas, sino únicamente la ladera de La Escamplada La Cerra, una amplia cuesta argañosa salpicada de algunos robles y fayas. No obstante lo comentado, las apariencias en este caso engañan, pues el último bloque calizo esconde un sendero de montaña realmente espectacular.


Para ganar el cordal de manera tan directa, hemos de estar muy atentos a nuestro paso por la Braña de Chaneces. Cuando el camino va en llano cogiendo dirección ya hacia Las Veigas y con las murias de la braña por nuestra izquierda, hemos de estar muy atentos a un desvío que se adentra entre las fincas pasando entre dos cabanas. Fijémonos bien porque en la ladera situada tras las mencionadas cabanas y justo bajo las dos peñas calizas (Pena Mochada y Pena Chaneces), y de nombre SulaPena, un excelente camino de montaña remonta a izquierda en busca de La Cerra Pigüeña.


El camino asciende en diagonal a izquierda en busca de un colladín situado  a la vera de Pena Melera, una peña caliza con alguna encina.





Tras el colladín, La Escamplada La Cerra se muestra ya sobre nuestras cabezas, aunque de momento seguimos el camino que poco a poco se va transformando de camino a sendero, y de sendero a trocha maltratada por escobas y artos. Con El Pico Picaltchongo abajo y a izquierda, remontamos a derecha por La Escamplada La Cerra sin temor a la pendiente, pues el terreno escalonado resulta muy seguro, aunque bien es cierto que muy exigente en cuanto al esfuerzo físico.


¿A dónde dirigirse?, seguro que es una pregunta que acecha al montañero en este preciso instante según sube por esta ladera, pues el sierro calizo se presenta desde aquí abajo con una naturaleza bastante agreste, y no se aprecia el paso que lo salve con dignidad. En este momento he de poner énfasis en todo lo que da de sí este Parque Natural, porque resulta sorprendente como una zona que se nos presenta como ciertamente agresiva va a ser conquistada tras la repentina aparición de un sendero de montaña de los que no se olvidan. Cierto es que el conocimiento de estos caminos no se alcanza  jugando a la lotería, siendo el debido amillaramiento del terreno algo obligado pues será el estudio que nos proporciona la sapiencia de los pasos adecuados. Para mí, y en este momento, es fácil señalar al lector el punto exacto donde el camino aparece, pero en su momento créanme que no lo fue. Pero vayamos al toro, y situemos nuestra visión en un punto del inicio de la caliza con una pequeña mata de fayas adosada a la misma, pues allí, y como por arte de magia, aparece el sendero que nos colocará en el llamado Alto El Tchaguazo.


El sendero exige un tránsito montañero sin prisa alguna, por un lado porque el propio camino resulta de una belleza digna de mención, segundo porque la visión sobre el pueblo de Pigüeña lo es a vista de pájaro, y tercero porque al cortar literalmente la peña caliza del Sierro La Cerra, el sendero se ve acompañado en algún momento de zonas muy rotas y algo resbaladizas que pueden conllevar que alguna piedra se desprenda hacia abajo pudiendo perjudicar a algún compañero. La buena caja del mismo hemos de justificarla en el uso diario por venados.





Muy pronto alcanzaremos el ya citado Alto El Tchaguazo, mientras al otro lado de La Sierra de Pigüeña el cambio de paisaje resulta atronador. Efectivamente, de una ladera de argaña y caliza, pasamos ahora a una extensa zona de helechos (Los Falgueirales) que dará paso a un conjunto de vatchinas cubiertas por el bosque de fayas del Monte El Gatcho. Nos encontramos en el Monte de Utilidad Pública del Gatcho, perteneciente a los pueblos de Pigüeces y Pigüeña, cuyos derechos de aprovechamientos madereros y de pasto se regían por el llamado “convenio”.
Las vistas del pueblo de Robledo desde este alto son maravillosas.

El paraje de Los Falgueirales, es decir la gran mancha de helechos que se extiende hacia la vertiente de Pigüeces, se compone a su vez de varias zonas: La Cerra Pigüeces, Coruxeo, La Liguera, Lollanco, Fresnéu y El Tchombu El Tchumbadeiro. Por su parte, cuando los helechos dejen paso a la mancha de arbolado, las zonas a tener en cuenta son: Las Veigas del Gatcho, La Biesca, Falgueras, La Gargantietcha, El Rozu y El Tchamazón.


Desde El Alto El Tchaguazo continuamos ruta siguiendo el cordal. Primero una trasparente cuesta con fayas de buen calibre nos eleva al Sierro Sardón, un mogote cubierto de peñas y piornos que salvamos por la izquierda, y tras el cual, La Sierra se allana en el paraje de Las Veigas del Gatcho. Aquí los viejos cantaderos de urogallo saltan a la vista, con un terreno muy limpio de campa y hojas donde se alternan fayas y acebos. Avanzando más o menos en llano desde El Gatcho, pronto apreciaremos como por la derecha y sobre el cordal, aparecen en el llano los piornos ubicados en El Alto o Chanu La Sierra. En ese momento confluiremos por lo tanto con la ruta que subiendo desde Las Veigas llegaba aquí por el camino en zig-zag de La Sierra.

Las Veigas del Gatcho.




En este punto, Alto o Chanu la Sierra, las posibilidades de ruta son varias: 1º) La opción que viene descrita en el libro de optar por el camino que va en diagonal descendente y por el bosque hacia El Chanu La Chanza, 2º) Descender hacia terrenos de Pigüeces buscando La Fuente La Biesca atravesando en descenso el bosque de fayas para salir luego por La Vatchina El Tchumbadeiro, 3º) seguir el cordal por El Pozo para alcanzar El Alto Las Gabuxas (cumbre más alta de La Sierra). De momento seguimos ascendiendo para acabar de recorrer La Sierra en toda su integridad. A la derecha observaremos en nuestro ascenso primero el hoyo del Pozo, ganando con rapidez la cumbrera, donde apreciaremos que hay dos pequeños llanos situados prácticamente de manera sucesiva: primero El Alto Falgueras justo sobre la última línea de bosque, y después, la zona abierta a la luz donde se ubica el gran mojón o jito de La Sierra, El Alto Las Gabuxas (1.249 m). 


Aunque en el mapa de Adrados se mencione a la cumbre como Alto Folgueras, se trata en realidad del Alto Falgueras (falguera es helecho en somedano). Aunque visto desde la vertiente de Pigüeces pudiera entenderse que ambos topónimos, Alto las Gabuxas, y Alto Falgueras, es en realidad el mismo lugar, yo creo que se trata de dos altos prácticamente unidos pero diferentes: Alto Las Gabuxas es la cumbre más alta de La Sierra, donde está ubicado el jito, y lo es porque es la parte más alta del paraje de Las Gabuxas (zona alta de La Fana de Pigüeña, con argaña y peña caliza), mientras El Alto Falgueras es la parte más alta a modo de campa de la mancha boscosa conocida como Falgueras, que vista desde la vertiente de Pigüeces parece ser la cumbre en sí, aunque ésta todavía se encuentra unos metros más allá. Quiero decir con esto, que si situados en la Braña de Pigüeces por ejemplo, preguntásemos a un ganadero de Pigüeces como se denomina aquella cumbre que vemos en lo alto del bosque, nos respondería: “El Alto Falgueras”, pero cuando coronásemos el bosque y unos metros más allá alcanzásemos el jito de la cumbre, veríamos que en realidad estamos en El Alto Las Gabuxas. Se denomine como se denomine, estamos ahora ante una de las cumbres más desconocidas de Somiedo. Espero que las fotografías aportadas puedan reflejar la belleza de este ascenso a cumbre desde el pueblo de Pigüeña, una ruta que apenas ha sido transitada por montañeros.






2 comentarios:

  1. Todas estas entradas va a haber que ir imprimiéndolas y añadiéndolas al libro, Victor. Ta faltó poner un comentario del acceso "alternativo" al Alto El Tchaguazo, ejem, ejem.
    Saludos, maestro.

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  2. Javi, tú lo que quieres es que reconozca que hubo un día en que me rendí en Somiedo a la tecnología de tu GPS, pero lo negaré incluso bajo tortura.

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